Bruselas quiere microcoches, no tus excusas
Y mientras unos lloran por sus motores, otros aprenden a construir barcos… o a fabricar baterías.
La realidad, esa cosa tan molesta que ignora por completo las opiniones de los comités de dirección, ha vuelto a presentar sus facturas. La primera es climática, de 43.000 millones de euros solo